Definitivamente es otro año que queda atrás, pero de lo que sí podemos estar seguros es que la vida no fue igual, no siguió igual y no podrá seguir igual. La variedad, el colorido y en definitiva el cambio lo ponemos cada quien. Lo hacemos cuando dejamos la prisa e invertimos en cada uno y en los nuestros. ¡En la medida en que vivimos aquí y ahora!
Por: Adrián Hernández/ Acaba de pasar el cántico de los villancicos con motivo de las novenas que preparaban la llegada de la Navidad, dentro de estos villancicos está uno que es de mi predilección por su letra que llama a la vivencia existencial, recordemos brevemente: “otro año que queda atrás, mil momentos que recordar… los problemas vienen y van y al final todo sigue igual”.
Si bien la música y alguna parte de la letra me llama la atención, también debo decirlo que esta última no me convence del todo. ¿De verdad todo sigue igual?
Si tal como lo dice el título, la premisa es que es otro año que queda atrás, es una contradicción tácita que todo siga igual. ¡Si quedó atrás, quedó atrás y eso es todo!
Pero más allá de darle garrote a la letra de un inocente villancico, lo que pretendo decir e invitar es a no quedarnos anclados en el pasado. La vida sigue igual cuando ni siquiera nos damos cuenta de lo que cantamos, de lo que está pasando a nuestro alrededor. Vamos por la existencia tan metidos en el remolino del día a día de tal forma que muy dentro de nosotros y alrededor nuestro, pasan muchos acontecimientos que efectivamente dan cuenta que todo no siguió igual y que muy por el contrario pasaron cosas, que dejaron alteraciones profundas.
Para comenzar y muy cerca de cerrar este 2021 hay que decir que alrededor nuestro hay personas que su salud se alteró de forma dramática, de un momento a otro todo cambió. En otros escenarios hay personas que ya no están porque su vida llegó al final. También si giramos un poco más, muchas parejas se separaron, otras decidieron comprometerse. A muchas parejas sin esperanza los visitó la cigüeña y la espera acabó con la presencia de un anhelado bebé.
Si seguimos en la misma línea, a muchos los visitó cupido y este año conocieron el amor, otros más se graduaron en el colegio o en la universidad. Quizá usted amigo lector sea de los que este año se lanzó como emprendedor y ya es empresario. Hay quienes decidieron cambiar de trabajo y su situación de vida mejoró porque ahora sus ingresos aumentaron, el tiempo para estar con su familia también cambió porque la empresa le permite trabajar desde casa o con horario flexible.
Si le queda un poco de tiempo al finalizar este año 2021 o en los primeros del 2022 le invito a que mire su closet, la sala de su casa, el garaje, la cuenta bancaria; tome una agenda y revise el numero de sus amistades, especialmente enliste las nuevas y buenas amistades que llegaron. Haga un chequeo de cuáles fueron sus propósitos del 2021 y cuáles logró cumplir, cuáles quedaron en el camino, cuáles debería retomar. Qué decisiones le ayudaron a mejor vivir y cuáles otra aplazó una vez más.
Con un poco más de consciencia y con la ayuda del espejo podemos constatar que aparecieron nuevas arrugas, caída de cabello y de otras partes del cuerpo, porque sin lugar a dudas la ley de la gravedad hizo su efecto. Algunos cuerpos subieron de peso, aumentaron de tamaño, de olores, en fin. Cambios y más cambios. Todo eso lo trajo el 2021.
Personalmente me encanta caminar en el campo, en medio de los pastizales, de las cosechas o en su defecto en las montañas. Hace unos días fui a uno de mis lugares favoritos, un bosque de robles ubicado a unos kilómetros de la reserva de la ranchería en Paipa Boyacá, y no lo podía creer: encontré un gran tronco viejo de roble cargado de orellanas, unas dos docenas. De ahí en adelante junto con mi hijo pequeño no hicimos más que apreciar los hongos que fueron apareciendo como por magia, llenos de colores y de distintos tamaños. Todo cambia, nada es igual.
En ese mismo recorrido junto con mi señora, mi hijo mayor y los demás caminantes pudimos apreciar semillas, huellas de roedores, aves de distintos tamaños, algunos con hijos pequeños. Allí fue el momento para agradecer, porque realmente la vida avanza silenciosa, dándonos bellos y preciosos regalos a cada amanecer y a cada anochecer.
Efectivamente se cierra el 2021, es otro año que queda atrás y lo que se vivió se vivió; nadie nos puede quitar lo que nos comimos, lo que nos gozamos, lo que nos hizo sentir en plenitud. También y seguramente que, sin haber sido todo color de rosa, quedaron aprendizajes de aquellos momentos que nos desafiaron, que nos retaron, porque nos sacaron de la zona de confort, porque nos llevaron a demostrar de qué estábamos hechos. Porque nos dejaron en versión mejor y mejorada.
Definitivamente es otro año que queda atrás, pero de lo que sí podemos estar seguros es que la vida no fue igual, no siguió igual y no podrá seguir igual. La variedad, el colorido y en definitiva el cambio lo ponemos cada quien. Lo hacemos cuando dejamos la prisa e invertimos en cada uno y en los nuestros. ¡En la medida en que vivimos aquí y ahora!
Viene 2022, será igual si la novedad no lo ponemos de manera individual. Es un año de cuidado. Para comenzar, los ciudadanos colombianos estamos llamados a ir a las urnas y elegir a quienes tomarán decisiones por nosotros en el Senado y la Presidencia, aquí no podemos darnos el lujo de que todo siguió igual, ni mucho menos que llegamos a peor. A nivel familiar los esposos estamos llamados a cuidar a nuestra pareja, para que el amor no padezca; se trata de llegar a viejitos juntos, pero enamorados.
Es momento de cuidar la salud haciendo ejercicio y comiendo alimento saludable. Momento de agradecer, de practicar la compasión, vivir en la esperanza, practicar el perdón, hacer oración, fortalecer nuestra comunión con Dios. En fin 2022, llegará a su final, sin embargo, la vida no podrá ser igual.
¡Feliz 2022 para todos!